Amaneceres XXVIII

''Si tú me dices -lucha- yo no te diré -que te calles.-''

Es por la mañana, el sol ardiente quema la piel de Sev tras la ventana.
-Buenos días. dice L con una copa de Jack Daniels en la mano.
-¿Bebiendo  ya?
-¿Y qué? ¿Quieres o algo?
-Vale.
-¿Qué? ¿Bebiendo ya?
-No seas tonto.
L se ríe y la mira... -¿Quieres algo?
-No, no...¿No puedo mirarte?
-Sí, pero no sé parecía que ibas a decir algo. Serán tonterías mías, déjalo.
-No, no lo dejo. ¿Te molo o algo?
-¿Si me molas? ¿En serio?
L se ríe a carcajadas, observa cómo se sienta en el sofá, camina y se sienta a su lado agarra la pierna derecha de Sev -¿Quieres desayunar algo decente y no esto?
-¿Vas a cocinarme algo?
-¿¡Qué!? ¿Crees que no sé?
-Yo no decía eso, es que nadie me a cocinado y me a parecido extraño, perdón no era mi intención. Ella también sonríe.
-¿Quieres o no?
-Claro que sí. Y le besa. Él se aparta.
-Lo siento, no debía haberlo hecho.
-No pasa nada. La mira, se quedan en silencio y él la besa.


Acariciando el cuerpo desnudo y dolorido de Seven lo explora besando cada rincón de su cuerpo, acaricia sus finas y delgadas piernas lame su clitoris, sube hasta el cuello y lo muerde araña su pecho cambia su rumbo y muerde los labios de ella, lame sus mejillas al ritmo que ella gime. Seven acerca sus labios al oído de L '-Métemela.' Él expulsa un gemido y acerca las manos de ella a su sexo y hace que ella se lo meta y expulsa al son un gemido que se enlaza a un conjunto de prolongados y exaltantes gritos, mordiscos y besos.