Hace un mes que envió ésa carta. Está sola, tiene miedo, no sabe bien de qué, pero tiene miedo. Parte de su cuarto está lleno de esa cantidad de pósits que le han hecho ver ciertas cosas que le asustan. Por ejemplo el 5.
Todos los relojes de su casa marcan las cinco de la mañana. Al final se ha acabado durmiendo sin darse cuenta. Encogida en la cama, Seven tiembla está sudando y sale un poco de sangre de sus oídos. Su brazo izquierdo sangra, para no hacer nada de lo que después se pudiera arrepentir, frenó a su monstruo cortándose, como suele hacer muchas veces.
Está en un muelle, aparece Aven, pero no le dice nada, está en silencio de pie observándola, ella lleva un vestido blanco, como de novia roto y sucio. El cielo está nublado, comienza a caer gotas del cielo, pero no es agua, llueve sangre. De la nada aparece un montón de gente, pero ella no reconoce ningún rostro. Se arrodillan ante ella. Y de su boca esputan chorros de sangre. Se le acerca una niña, tendrá unos siete años, y de su boca caen hilos de sangre, y le dice que le ayude, tras arrodillarse ante ella. Le pide que por favor frene este a masacre y le pregunta que por qué le hace daño. Un golpe de aire trae un millón de hojas que provienen del norte y caen al mar. La gente se cae, ella mira a Aven, y él le señala el norte, y ve que todos le gritan ayuda, ahora están muriendo. El cielo se vuelve más oscuro, de sus ojos y nariz empiezan a caer chorros de sangre también, llora, coge a la niña, y le mira los ojos, están en blanco, su tez se vuelve por momentos más blanca, está muriendo. La niña sonríe, y le escupe en la cara, su saliva es roja, sigue tosiendo sangre, no entiende por qué. Se levanta y le pega un puñetazo en la cara.
-¿Por qué me haces esto?
-Porque nos has matado a todos.
Un ruido le despierta. Por fin ha podido salir de esa pesadilla. Se levanta de la cama, y mira por la ventana ve un coche negro aparcado enfrente de su casa. Piensa que quizá es alguien que se le ha estropeado el coche u algo. Abre la ventana.
-¿Necesita ayuda? El coche arranca y se va.
Coge el teléfono y pulsa el seis. << Llamando>>
-¿Patrick?
-¿Perdona?
-¿Patrick Kant?
-Sí, ¿Quién es?
-Seven.
-¡Ah! Joder no reconocía tu voz ¿Qué tal andas?
-Pasa… ¿Podemos quedar?
-Sí, pero… ¿Ahora?
-Mmm, ¿Cuándo te va bien?
- ¿Cuándo haya sol y no sean las cinco de la mañana te parece bien?
-Claro.
-Pues a las nueve en nuestra cafetería, ¿Ok?
-¡Ok!
Cuelga, saca la caja de cigarrillos, enciende uno y se sienta en el sillón. Espera a que salga el sol.
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