miércoles, 14 de septiembre de 2011

capitulo 2


Seven está dormida, mejor dicho desmayada; un vestido blanco y su cabellera rozan el suelo como si fueran sábanas de seda egipcia. En el reloj marcan las 24: 55 horas. Continua inconsciente y padres obviamente no tiene.
Por bien del lector debería decir por qué se encuentra desmayada en la habitación de rojo. Había arrancado la hoja de afeitar de una cuchilla y con una pluma blanca de pato se hacía cosquillas por el cuerpo mientras separaba con la hoja los poros de su piel.

Decepcionada o quizá traicionada porque Aven la había abandonado se deleitaba viendo cómo salían borbotones de sangre y cómo volaban las plumas y se hacían trocitos ante las aspas del ventilador.
Un hombre apareció  en aquella habitación, no podía abrir los ojos pero sentía su presencia; sólo estaba inconsciente, eso no quiere decir que sus poderes hayan desaparecido sin más.
El hombre se inclina a su lado, sonríe, ella se percata de ello, simplemente una mera silueta de la cual los ojos brillan, pero sin razón aparente siente pánico. Sus parpados pesan demasiado para abrirlos. El hombre alza una mano que va dirección a la cabeza de Seven. Encuentra un pedazo de energía que se oculta en lo más profundo se su subconsciente y consigue abrir los ojos y el hombre el cual sabe que es La Muerte se evapora como si nunca hubiera estado allí y hubiera sido una mera invención.
Mira el reloj marcan la 01:05 horas.
Desnuda y empapada de sangre cada centímetro de su piel mientras un montón de plumas se hacen pedazos o se queman al caer sobre las velas Seven piensa que quizá sea hora de hablar seriosamente  con Aven.

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