Llega a Barcelona, en su cabeza suena un ruido de un televisor. Es un concurso de los que ganas millones por hacer el gilipollas.
Se fija en un estudiante francés le llama mucho la atención porque en su cara se ve el miedo y el desconcierto. Empieza a oír una voz con acento francés en su cabeza. Se da cuenta de que son los pensamientos de ese chico. En cada persona en la que se fija oye lo que ronda por su mente.
Siente que se marea, empieza a ver borroso, hay mucha gente, se agobia. Parpadea lentamente, pasa de ver a color, a ver todo bajo una estela de color rojo. Camina tambaleándose y acaba perdiendo el conocimiento en una tienda Zen. La dependienta se asusta y pide ayuda. Le mojan la cara con agua fría, Seven vuelve a la vida.
-¿Se encuentra bien? Le pregunta la chica asustada.
-Sí, sí, estoy mejor gracias. Se incorpora y un collar le llama la atención. Es el tipo de collar que antiguamente si lo llevabas te tachaban de bruja, y hoy día te tachan de satanista. Pero le atraía, como si llevase un millón de diamantes.
-¿Cuánto cuesta?
Quince euros.
Deja los quince euros, coge el collar y desaparece como si nunca hubiese estado.
Vuelve a ver al chico francés de aspecto gótico de antes, igual que con el collar no puede evitar dirigirse a él. Pero antes de llegar, del cielo le cae un periódico que tiene por titular.
REACCIÓN EN CADENA
se fija en la fecha, no es la de hoy sino del futuro.
Se le acerca el chico, y en cuanto se chocan Seven se cae, él la coge, quiere que la suelte, pero la visión ya ha llegado.
No ve nada, todo es un fondo negro, oye una voz, unas líneas blancas se dibujan como si fuera una pizarra.
La vida Seven no es una línea recta.
Van naciendo ramas.
ayudarle, podría morir, o vivir.
olvidarle, muerte segura.
Tú escoges lo que quieres hacer,
si le ayudas, a lo mejor vive, o a lo mejor muere.
Si no lo haces, no hay dos caminos, solo uno - muerte segura-
O a lo mejor entre esas dos, por tu don
creas una tercera vida o vía ayudándole sin que él lo sepa.
¿Quieres ver cómo morirá?
-¡Chica! ¿Estás bien?
-¿Qué? ¿Qué? Sí.
-¿Qué te ha pasado?
Seven observa su rostro inocente, tiene sólo dieciocho años. Y ella una joven vieja de un millón de décadas...
-¿Puedo recompensarte por salvarme?
El chico sonríe, acepta la cita.
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