Seven está en el jardín, tumbada en su hamaca. Cierra los ojos y le aparece ante sí la imagen de Aven, le sonríe, siente nostalgia por algo no vivido. Los abre y sigue ahí, le sonríe, alza las manos y acaricia el rostro transparente. Parece tan real, la lágrima que cuelga de su rabillo del ojo se desprende acariciando su rostro, cierra los ojos y gira la cabeza, los abre ya no está, se ha evaporado. Acaricia su cara y sus manos acaban en su pecho. Siente cómo late su corazón, siente odio y asco quiere morirse pero una fuerza superior a ella se lo impide.
Escucha un coche que ha parado ante su puerta. Tocan al timbre. Ella no contesta. Vuelve a sonar.
-¡Vamos estúpida! Sé que estás ahí fuera. No soy gilipollas ¿Sabes?
Seven se levanta y abre, entra alguien que ni ella misma se esperaba.
-Hola Seven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario